Entrenamiento

Liberación Intencional
Solicita un SeminarioPreguntas Frecuentes

Solicita Entrenamiento

El Seminario de Liberación Intencional

El seminario se imparte durante el fin de semana y nos lleva en un viaje profundo; incluye ministración personal y múltiples oraciones de liberación.

Testimonios: 

Vidas transformadas.              Matrimonios restaurados.        Personas que sirven al Señor cumpliendo su llamado y destino.

Haga clic en el botón “Manténte en Contacto” para recibir actualizaciones e información sobre capacitaciones.

Resultados:

Individuos bajo aflicción demoníaca y opresión de la oscuridad son liberados. El peso del pecado y la iniquidad se rompe, permitiendo que el pueblo de Dios avance como nunca antes cumpliendo el propósito eterno para sus vidas. La gente aprende a superar las adversidades dejando un legado de bendición para sus familias muy especialmente para los hijos.

Para entender quienes necesitan liberacion haga click en el botón “¿Quien Necesita Liberación?”

Perdón

Linda fue víctima de una violación, dos de sus compañeros de trabajo fueron los perpetradores después de una reunión de trabajo mientras compartían un tiempo de esparcimiento y relajación. Ella solo tenía 24 años. Ella nunca pudo perdonarlos y ahora tiene 52 años. Linda sufre muchas enfermedades y recientemente le diagnosticaron cáncer.

En el momento de una ofensa, el dolor que se siente es real porque el daño emocional y a veces físico es real. Eso produce una reacción natural de construir un muro de protección alrededor del corazón dañado. A medida que pasa el tiempo, el muro se convierte en una celda de cárcel donde el ofendido es atormentado por espíritus demoníacos. La vida se convierte en una constante tortura. Con el poder de Dios y la decisión de perdonar, el corazón se hace libre y se restaura la capacidad para amar y recibir amor. 

Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.  Efesios 4:32

Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.  Mateo 6:14-15

El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel Isaías 61:1 

Sanidad Interior

Betty era la princesita de papá y su madre siempre estaba celosa de ella porque su esposo la trataba con cariño y amabilidad. La madre de Betty abusó de ella verbal y físicamente muchas veces. Betty creció teniendo dificultades para relacionarse con otras mujeres; incluso en el trabajo tenia problemas frecuentes con compañeras de trabajo. Betty hasta perdió su empleo por no poder trabajar armoniosamente con su supervisora.

En este mundo injusto, la mayoría de nosotros pasamos por situaciones dolorosas y traumáticas. Esos recuerdos provocan miedo, culpa y vergüenza. Si no se sanan, las heridas se vuelven como abscesos y tumores en el espíritu humano. Con la dirección del Espíritu Santo se revelan esas heridas y con el poder del Señor Jesús, se realiza una cirugía sobrenatural. El corazón entonces recibe una profunda sanidad y paz verdadera.

Ligaduras Almáticas

Sonia, recién casada, estaba muy feliz con su esposo Tony, pero tenía un gran problema; la mayoría de las veces mientras tenía intimidad sexual con su esposo, los recuerdos de su novio anterior Charlie inundaban su mente. Ella sentía vergüenza y odió hacia ella misma; constantemente tenía esa sensación de impureza.

Ligaduras Almáticas es un término se usa principalmente para el vínculo que se forma entre dos personas cuando tienen relaciones sexuales.

La palabra “ligadura” significa literalmente “pegado con pegamento”. El acto de unirse físicamente en las relaciones sexuales es mucho más que dos cuerpos se unen. Además, se unen dos almas y se unen dos espíritus; así pegados, íntimamente conectados en todos los niveles, ocurre una transferencia de bagaje espiritual, maldiciones generacionales y opresión demoníaca de una a la otra persona. Cuando la relación se rompe, sucede una fragmentación del alma como una estatua costosa que cae al suelo y se rompe. Solo Jesús puede reconstruir esa vida rota.

¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne.  1 Corintios 6:16 
No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen.  Éxodo 20:5

Maldiciones Generacionales

Juan no entendía cómo se enganchó en la pornografía y por qué a la temprana edad de 4 años ya quería mirar a las mujeres en ropa interior. Luego se dio cuenta del espíritu de perversión y lujuria que le había sido transmitido por medio de su abuelo adúltero quien había tenido numerosas amantes en su tiempo.

El término “iniquidad de los padres” representa la suma, el impacto total de los pecados de nuestros antepasados. Ese pecado determina nuestra herencia espiritual y produce las maldiciones generacionales como resultado. Estas maldiciones se convierten en nuestras propias tendencias hacia un estilo de vida pervertido y torcido de rebelión y orgullo. Las maldiciones generacionales nos empujan a abrazar y practicar el pecado, ya que es la iniquidad del corazón. Jesús murió en la cruz para romper el poder de las maldiciones generacionales y llevarnos al nuevo nacimiento y completa libertad; es nuestra responsabilidad el apropiarnos de ello.

Fortalezas 

Mary estuvo en un hogar para niños abandonados por los primeros 3 años de su vida. Sufrió muchos dolores y abusos. Luego fue adoptada por una familia amorosa, pero incluso ya como profesional exitosa, siempre tiene esa sensación de ser rechazada por otros lo cual causaban en ella depresión y mucha ansiedad.

Una fortaleza es una estructura ubicada en el alma del individuo formada por ideas, conceptos erróneos, actitudes, deseos, rebelión, desobediencia, maldiciones generacionales, patrones de pensamiento destructivos, maltrato físico o emocional, que se unen proporcionando una atmósfera cómoda donde pueden habitar demonios. La liberación es el proceso de revertir todos los factores que contribuyeron a construir esa fortaleza, desmantelándola para luego expulsar a todos los demonios alojados en ella y establecer a Jesús como el Señor de esa vida.

Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.  2 Corintios 10:4-5

Photo by Kat J on Unsplash

Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.  Juan 8:31-32

Acuerdo con las Tinieblas

Mamá le dice a su pequeño Pedro: “¡Eres como tu padre, no sirves para nada!” Pedro crece pensando de acuerdo a esas palabras. Imaginando un futuro de fracaso que finalmente se convierte en realidad. Pedro, aunque tiene ya 40 años, todavía vive en casa con su madre incapaz de proveer ingresos, ni mantenerse por si mismo.

Cuando una persona ha creído una mentira como si fuera verdad, ha establecido un acuerdo con las tinieblas. Ese acuerdo activa y potencia las influencias demoníacas y lleva a esas personas por un camino de mayor esclavitud. El acuerdo con las tinieblas mediante la creencia de una mentira, nos alinea con el padre de las mentiras: el diablo.

Las mentiras se presentan de muchas maneras, por ejemplo, el trauma infantil puede distorsionar la realidad sobre la vida, las relaciones y Dios. El abuso verbal de los padres es común. Esas mentiras con frecuencia dañan nuestra propia imagen, valor como ser humano y socavan nuestro futuro. Además, las dificultades en la vida pueden pintar una imagen muy negativa sobre el futuro. Bajo presión, muchas personas pronuncian palabras de maldición sobre sus propias vidas, lo cual muy seguramente llegara a cumplirse si no se rompen.

“Sabía que nunca lo lograría.”

“Ya percibía que no obtendría el aumento”.

“Siempre pierdo”.

¡Podemos abrazar las mentiras o buscar ser liberados a través del poder de nuestro Señor Jesucristo!