ESTÁ TU CASA ESPIRITUALMENTE LIMPIA

Probablemente respondas: ¡Por supuesto! Barrí el piso y lo limpié con agua y desinfectante; incluso quité el polvo de todos los muebles, y todo está limpio y huele muy bien. Déjame felicitarte por eso, pero en realidad estamos hablando de otro tipo de limpieza. Estamos hablando de la limpieza espiritual de tu casa y de la tierra donde está ubicada. Recuerdo cuando hice la limpieza espiritual de mi apartamento después de completar el proceso de liberación. 

Sentí que mis ojos espirituales se habían abierto, y lo que antes pasaba desapercibido, ahora lo veía con claridad. Recuerdo que acababa de regresar de un viaje en el que había comprado muchas decoraciones para el apartamento. Había visitado varios lugares con artesanías chinas y egipcias, que en ese momento eran mis favoritas. En aquel entonces, no sabía cuán terribles eran muchas de ellas desde la perspectiva del mundo espiritual. Había comprado dos dragones que parecían de jade, cada uno de aproximadamente 25 cm de alto. Estos dragones estaban en un lugar alto en la sala de estar, por lo que podía verlos tan pronto como abría la puerta principal. Además, podía verlos mientras caminaba por la sala hacia las habitaciones. 

Durante varios días después de completar el proceso de liberación, sentía que los ojos de los dragones me seguían por toda la habitación; desde el momento en que abría la puerta hasta que entraba al pasillo que llevaba a los dormitorios. Quería tirarlos, pero me detenía pensando en lo costosos que habían sido y en que sería un gran desperdicio deshacerme de ellos. Tuve una sensación similar con algunas joyas egipcias que había comprado. Era un precioso juego de aretes y un collar, una réplica de una dinastía egipcia, con muchos colores y piedras talladas. Cada vez que me ponía esas joyas, me sentía diferente. Sentía miedo y desconfianza de todo y de todos. Al igual que con los dragones, no quería tirarlas porque eran hermosas y muy costosas. Sabía que debía deshacerme de ellas, pero mi carne no quería. 

Así que, como hago muy a menudo, fui a la Biblia para descubrir qué dice Dios sobre de eso y lo que debemos hacer. Probablemente te preguntes: ¿por qué debería deshacerme de esas cosas? Y la respuesta es simple: Porque todo lo que no glorifica a Dios trae oscuridad, muerte y derrota a nuestras vidas. Un ejemplo muy claro está en Génesis 35:19, con la muerte prematura de Raquel. Veamos: “Así murió Raquel, y fue sepultada en el camino de Efrata, que es Belén.” Anteriormente, en Génesis 31:32-35, vemos que Raquel mintió para esconder los ídolos que había robado de su padre Labán. Veamos: “Aquel en cuyo poder hallares tus dioses, no viva; delante de nuestros hermanos reconoce lo que yo tenga tuyo, y llévatelo. 

Jacob no sabía que Raquel los había hurtado. Entró Labán en la tienda de Jacob, en la tienda de Lea y en las tiendas de las dos siervas, pero no los halló; y salió de la tienda de Lea y entró en la tienda de Raquel. Pero tomó Raquel los ídolos y los puso en una albarda de un camello, y sentó sobre ellos; y buscó Labán en toda la tienda y no los halló. Y ella dijo a su padre: No se enoje mi señor porque no puedo levantar delante de ti, pues estoy con la costumbre de las mujeres.Y él buscó, pero no halló los ídolos.” Así vemos que la desobediencia de Raquel resultó en su muerte prematura. Es muy serio tener en nuestra posesión cosas que no glorifican a Dios; peor aún, poseer cosas que Él detesta. Si queremos la protección de Dios sobre nuestras vidas, debemos destruir todo lo que Él no aprueba. Para más detalles sobre cómo limpiar tu hogar espiritualmente, encuentra el libro “!Sé Más que un Vencedor! – Guía práctica para caminar libre y victorioso” por Silvia Sauve. Disponible en Amazon.